En la Escuela Alemana San Salvador creemos que hay lazos que trascienden el tiempo. Treinta años después de su graduación, los exalumnos de la promoción 1995 regresaron a los pasillos donde todo comenzó.
Entre recuerdos, risas y abrazos, revivieron momentos que marcaron su paso por la Escuela y confirmaron una vez más lo que nos identifica como comunidad: Einmal DS, immer DS — una frase que sigue resonando con fuerza en cada generación.
Un regreso lleno de historia y gratitud
El reencuentro fue una oportunidad para mirar atrás y valorar el camino recorrido. Muchos de los asistentes compartieron anécdotas de sus años escolares, recordaron a sus docentes y celebraron la amistad que sigue uniendo a la promoción después de tres décadas.
“Volver a la Escuela es como volver a casa. Todo ha cambiado, pero el espíritu sigue siendo el mismo”, comentó uno de los exalumnos, reflejando el sentimiento común de la jornada.
Un legado que une generaciones
Hoy, varios miembros de la promoción ’95 continúan siendo parte activa de la comunidad DS a través de sus hijos y sobrinos. Este vínculo intergeneracional refuerza el sentido de pertenencia que distingue a nuestra institución: la DS no es solo un lugar para aprender, sino una experiencia que deja huella y se transmite con orgullo.
El reencuentro de la promoción 1995 nos recuerda que la esencia de la Escuela Alemana San Salvador vive en cada historia, en cada reencuentro y en cada familia que sigue formando parte de esta gran comunidad.
Einmal DS – immer DS.










